Para poder comprender mejor el libro debemos conocer quien es Ryszard Kapuściński. Ryszard Kapuściński nace en Pinsk (Bielorrusia) el 4 de Marzo de 1932 , y vive su infancia en medio de la violencia suscitada por las grandes potencias durante la segunda guerra mundial y la ocupación nazi de Polonia. Esta violencia cambió la vida de toda la población europea. La relación, ambigua, violenta e irónica, entre el poder y la vida cotidiana será el hilo conductor en la carrera periodística de Kapuściński. Estudió en
Este libro esta dividido en tres partes:
– La primera parte pertenece a un encuentro con Kapuściński el 27 de noviembre de
Esta primera parte habla sobre todo de cómo trabaja el periodista, la manera de informarse, de escribir, de inspirarse, etc... Los asistentes al encuentro y la propia moderadora, realizan diversas preguntas al escritor, en general todas ellas tienen que ver con su experiencia como periodista y los requisitos que según él debe tener el buen periodismo.
Para Kapuściński el buen periodista es una buena persona, que no es egoísta, ni trabaja en este oficio para enriquecerse, que esta al servicio de la humanidad y no al contrario. En pocas palabras para ser buen periodista se ha de ser buena persona y para que el periodismo pueda recibir el calificativo de bueno deber ser intencional.
– La segunda parte es una entrevista realizada el 28 de noviembre por Andrea Semplici.
En esta parte habla de África, de todos los problemas internos que ha sufrido desde la época del imperialismo, las guerras que ha tenido que superar, las crisis y muchas de las experiencias que él ha vivido en ese continente.
– La tercera parte es también un encuentro, pero en este caso se produce entre Ryszard Kapuściński y John Berguer.
En esta parte se habla fundamentalmente de las experiencias como escritores de ambos. Cabe destacar algo en lo que hace hincapié Kapuściński, que es el hecho de que él sea un escritor que refleja el mundo, es decir, que tiene que ir al lugar de los hechos para poder escribir sobre ellos, mientras que Berger, es un escritor reflexivo, es decir, que encuentra al inspiración para escribir en sí mismo, puede ver el mundo sin la necesidad de abandonar una habitación. Como dice el propio Kapuściński: “Quedándome en un único sitio, me muero, mientras que John crea”.
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